Como aire nuevo;
no parece tener control.
Tengo el gran temor
que en tu gran corazón
no haya cabida para mi amor.
Pasé en frío el camino
y no es por quejarme,
todo estaba escondido
iba a darme por cobarde
porque tiendo a retirarme
cuando ante mí el camino arde.
No quiero exaltarte de más
ni de menos,
porque en lo mucho sofoco
y en lo poco difiero.
Expreso esto como puedo;
soy torpe, no lo niego.
Así que perdona mi atrevimiento
porque no tengo remedio.
Que he sufrido
no lo apelo,
no me tengas lástima
porque polvo no digiero.
Sería mentiroso si ahora
enfrente tuya dijera:
que mi corazón por entero es tuyo
porque hay poco tiempo
entre el roce de mi alma a la tuya.
Es como aire nuevo;
eres como aire nuevo.
No quiero ser egoísta
e ignorar cómo te sientes;
quizá esto te tomó por sorpresa
y desees más la muerte;
a que un tipo que destila
mala suerte
te recite lo que siente.
Por tres años estuve
impregnado entre miel
comiendo sobras de
incontables inseguridades;
rogando día a día
el amor que no me correspondía.
He gozado por años
a la amante soledad;
y si con anterioridad
no sabía lo que era amar
quizá la luz que alumbró
a media noche tu altar
sea la razón
a lo que quiero intentar.
Así que permíteme
al menos probar
a tu corazón conquistar.