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He estado comiendo aire
regando las piedras
que lastiman mi espalda
que por capricho no las quitaré.
Si de estar sin nada tengo
prefiero puyarme el ojo
y sentir algo
que sangrar a lo falso.
He estado sin nada
como todos
deseando la muerte
pero no elaborándola.
Que del cielo caiga
una bala
y que sin querer
en dos se parta;
porque perforarme
la cabeza
no hace falta.
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