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Sigo viéndome en el espejo
con la misma camisa
de hace tres años
con un corte diferente
y una vista trasparente.
Seguro no hay luz en el dormitorio
ni paz entre las gavetas
donde no se guarda los recuerdos
más bien sólo los deseos
sobre todos los que había entre recreos.
Sigo viéndome en el espejo
sonrío ocasionalmente c
y es entre lunas corintas
caídas en días impares
y en años bisiestos.
Sigo viéndome al espejo
con la misma gana
que tengo de despertar.
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